Las llamadas granjas empezaron a proliferar en Barcelona a finales del s.XIX. La mayoría eran antiguas vaquerías para la venta de leche fresca que se convirtieron en establecimientos de hostelería muy solicitados para desayunar y sobre todo merendar. .
Granja Dulcinea
En 1930 la familia Mach se estableció en la calle Petritxol, el local era un antiguo negocio de aceites y vinos. En 1941 la taberna se convirtió en la Granja Dulcinea, punto de referencia para degustar la típica merienda catalana.
Productos típicos:
“Suizo”, chocolate con churros, flan de huevo, crema catalana, arroz con leche, queso mató de Pedralbes y de Montserrat.
Carrer de Petritxol, 2
www.granjadulcinea.com
La Pallaresa
Antes que Magin Cases fundara en el año 1947 “La Pallaresa”, ésta había sido una lechería durante varias decadas. Desde su fundación se ha ido forjando como una de las granjas más conocidas de Barcelona.
Productos típicos:
“Suizo”, chocolate con churros, flan de huevo, crema catalana, arroz con leche, queso mató de Pedralbes y de Montserrat.
Carrer de Petritxol, 11
www.lapallaresa.com
La Granja
Ubicada en lo que fue una antigua vaquería de 1812, La Granja abrió sus puertas en 1872 en pleno Modernismo, en su decoración se pueden observar elementos de lo que fue la antigua vaquería y su puerta modernista.
Productos típicos:
“Suizo”, pasteles de chocolate, creps, bollería y su chocolate negro picante
Carrer dels Banys Nous, 4
www.granjadulcinea.com
Granja M.Viader
Desde su apertura en 1870 son ya cinco generaciones las que regentan este establecimiento donde los huevos y la leche siguen siendo de pueblo. Aquí se creó por primera vez el Cacaolat, batido de leche y cacao popular en toda España.
Productos típicos:
Chocolate con nata y melindros, pastel de queso Cacaolat, flan de queso mató, cappuccino y bizcocho con crema catalana, chocolate con queso mató, miel y nueces.
Carrer d’en Xuclà, 6
www.granjaviader.cat
¿Qué es el ‘suizo’?
Es uno de los productos estrella de las granjas catalanas, chocolate caliente deshecho a la taza que se remata con una capa de nata montada y se acostumbra a acompañar con melindros, un típo de bizcocho que se moja en la taza.