Es el segundo distrito de Barcelona y el más poblado, ocupando toda su parte central, y debe su nombre a la fisonomía que buena parte de su territorio luce y que le propició el Plan Cerdà, aplicado desde 1860. Te encontrarás con un diseño urbanístico muy caracterísitico con calles perpendiculares organizadas por manzanas cuadradas con esquinas en forma de chaflán e islas interiores, algunas cuyo uso público se está recuperando. Los barrios están conformados por la Antiga Esquerra de l’Eixample; la Nova Esquerra de l’Eixample; Dreta de l’Eixample; Fort Pienc; Sagrada Familia, y Sant Antoni.
En lo que es el propio distrito del Ensanche/ Eixample están los edificios más emblemáticos y visitados del Modernisme catalán. Desde Plaça Catalunya, subiendo por Passeig de Gràcia, la Casa Batlló, la Casa Amatller, La Pedrera… Basta que sigas el original pavimento de esta transitada vía que acoge a las principales marcas de lujo en la ciudad y que fue reeditado y colocado en homenaje a la emblemática “Loseta Gaudí”.
También el Ayuntamiento implementó en su día un símbolo para señalar las más de 100 obras de arquitectos locales tan destacados como Josep Puig i Cadafalch, Lluís Domènech i Montaner y Antoni Gaudí, estandarte del Modernisme catalán, que siembran la ciudad catalana y nos indican la “Ruta Modernista”. Son baldosas rojas circulares en forma de flor (denominadas ‘panots de flor’), muy parecidas a las creadas por el arquitecto Puig i Cadafalch y que se emplearon posteriormente para pavimentar numerosas calles de Barcelona, en este caso cuadradas.
No muy lejos en el barrio de Sagrada Familia te encontrarás de repente con una maravilla que te dejará sin palabras, pese a que ya la hayas visto otras veces -no te cansarás nunca de ello-; la basílica más famosa del mundo proyectada por Antonio Gaudí y aún inacabada. Símbolo por excelencia de la ciudad, la Sagrada Familia es el lugar más visitado de Barcelona, y hay que hacerlo con reserva previa.
Otra visita obligatoria en esa zona es la que te propicia el conjunto modernista del Hospital de Sant Pau, proyectado por el arquitecto Lluís Domènech y Montaner. Ocupa nueve manzanas del Ensanche y consta de un edificio principal y 27 pabellones. Es Patrimonio de la Humanidad.
Por último Sant Antoni, otro barrio con distinta personalidad al resto. Es todo un espectáculo el remodelado Mercat de Sant Antoni, otra de las joyas modernistas de la ciudad. Aquí también se halla la antigua y remodelada Fábrica Moritz, donde puedes tomar una cerveza, en esta zona puedes encontrar desde una bodega, vermutería o bar de tapas, hasta oferta gastronómica de vanguardia.
