Junto a la Rambla se encuentran una de las plazas porticadas más singulares de Barcelona, que emana un aire colonial la “Placa Real”, se le puso este nombre a la en honor a los Reyes Católicos.
Diseñada por el arquitecto Francesc Daniel Molina sobre el espacio que había ocupado el antiguo convento capuchino de Santa Madrona, incendiado durante las revueltas en contra de la iglesia de 1835.
En 1948 se iniciaron las obras de la plaza, que se construyó en honor y gloria de Fernando VII. La parte central antiguamente la ocupaba una estatua de Fernando el Católico, en en 1876 se retiro la estatua que fue sustituida por una fuente de hierro la Fuente de las Tres Gracias, creada por Antonio Durenne y que en su parte superior encontramos 3 estatuas de las Cárites. La fuente se retiro en 1892 para ubicarla en la Rambla del Poblenou, pero en 1926 regreso a la Plaza Real.
La zona esta salpicada de restaurantes con sus terrazas entre pórticos, por la noche se encuentran locales de ocio para tomar una copa, en el Jamboree Jazz en vivo o en el Sidecar Factory sala de conciertos y discoteca, o el Bar Glaciar que funciona desde 1929 y puedes desayunar por la mañana a escuchar un concierto por la noche, también puedes acudir al Tablao Flamenco más antiguo de Barcelona “Los Tarantos”.
Curiosidades:
Las farolas que encontrareis, son obra de un joven licenciado en arquitectura llamado Antoni Gaudí. Fijaros en la parte superior de la farola con el casco alado de Mercurio y las dos serpientes enroscadas.