Es uno de los pocos palacios residenciales que se conservan en el Eixample, actualmente es la sede de la Delegación del Gobierno de España en Catalunya, por lo que no es visitable, pero podemos observar en su fachada elementos cerámicos que nos indican el inicio del modernismo.
El proyecto recayó en el arquitecto Josep Domenech i Estapa en 1889 , pero las diferencias con la propiedad llevaron a su dimisión, encargándose de finalizar el proyecto Antonio M. Gallisà, con la colaboración de Domènech i Montaner.
Frente al Palacio Montaner esta la sede del Colegio de Abogados de Catalunya, antiguo Palacio Casades de estilo pompeyano.