Obra de Domènech i Montaner.
Edificada sobre construcción existente, fue encargada en 1902 por Francesca Morera i Ortiz.
Fachada exterior rica en elementos escultóricos y coronada por un templete, el interior nos muestra uno de los conjuntos mejor conservados de artes aplicadas al modernismo. Se nota la mano de los prestigiosos artesanos y artistas que eligió Domènech i Montaner, para llevar a cabo esta magnífica obra del modernismo, cabe destacar entre otros artistas, las esculturas de Eusebi Arnau, los mosaicos de Mario Maragliano, la mano del decorador y ebanista Gaspar Homar o Antoni Serra para muchos el gran ceramista del modernismo.
En 1988 se realizo una profunda restauración a cargo de los arquitectos Oscar Tusquets y Carles Bassó.